Hay personas que se pasan la vida evitando enfrentarse a un vacío que sienten en su interior y que les proporciona una sensación de malestar y de vergüenza de sí mismas.
Pueden intentar librarse de este malestar con el éxito material, o atenuarlo con un comportamiento malsano, o dirigirse a otros para intentar colmar ese "vacío del alma", como lo llama John Bradshaw.
Lo que necesitan es respetarse a sí mismos.
Estimarse es más que sentir confianza en sí o auto afirmarse El respeto de sí mismo arraiga en el núcleo de la identidad personal y nos proporciona el convencimiento de que somos aceptados, respetados y queridos por lo que somos, con nuestros sentimientos, sensaciones e imperfecciones.
La fuente de la autoestima se remonta a la niñez. Desde el primer momento el niño vulnerable procura que un adulto cariñoso se haga cargo de sus necesidades, que van más allá del alimento y la seguridad. Para desarrollarse el niño ha de ser reconocido, aceptado, amado incondicionalmente Es una tarea que los padres mejor intencionados siempre pueden cumplir adecuadamente.
Lo bueno es que también en la edad adulta se puede conseguir cambiar un sentimiento de in adecuación llenar un vacío interior.
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